Claudia Iñesta Médica
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Músicos de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA)
El esfuerzo cardiaco de un músico en un concierto es igual al de un deportista de élite.
Clarinete, fagot, flauta, oboe, trombón, trompa, trompeta, contrabajo, viola, violín, violoncello, arpa, piano, percusión y dos instrumentos indios -sitar y tabla- formaron parte de un estudio que se prolongó en el tiempo y que acabó por aportar conclusiones inesperadas.
Iñesta suponía que el nivel de esfuerzo del corazón era fuerte, no esperaba tanto. Intuía ya desde el primer momento que es preciso que los músicos estén en forma y practiquen deporte para poder mantener ese bombeo cardiaco que se hace imprescindible para ejecutar la música.
Los músicos tienen que cuidarse, de que su corazón realiza un esfuerzo importante cada vez que se suben a un escenario. Estar en forma, hacer deporte y practicar hábitos de vida saludables es fundamental para los instrumentistas. Y lo es también para los jóvenes que se forman en el conservatorio, que deben hacer un hueco en su agenda para mover las piernas y el corazón.
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